viernes, 23 de agosto de 2013

Trastornos de Inicio en la Infancia, la Niñez o la Adolescencia “Manual del DSM IV”


Trastornos de Inicio en la Infancia, la Niñez o la Adolescencia
“Manual del DSM IV”


¿Qué les llama la atención de las enfermedades “trastornos infantiles y de la adolescencia del DSM IV,? ¿Quiénes las pueden padecer? ¿Qué perciben de los comportamientos que se describen ahí?

Existen diversos trastornos que afectan el crecimiento y desarrollo del niño a nivel, familiar, académico y social impidiendo un rendimiento y desarrollo adecuado, estos trastornos abarcan diversas áreas desde el retraso mental, trastornos de aprendizaje, habilidades motoras, de comunicación, del desarrollo, de déficit de atención con hiperactividad, de ingestión y de la conducta alimentaria, tics y de eliminación entre otros, que llaman la atención debido a que suelen ser extraños , molestos o confusos. Algunos pueden resultar infrecuentes, sin embargo muchos de ellos hoy en día son bastante comunes y en algunos casos, nos hemos podido topar en el camino pedagógico o familiar con alguno de ello. Pudiendo reaccionar ante ellos con confusión, vergüenza, tristeza enojo e incluso temor, de modo que debemos comprender este tipo de problemas, y creer firmemente que todos los niños y adolescentes e incluso personas adultas tienen la oportunidad de anhelar un crecimiento y desarrollo normal. Otro punto que llama la atención es que estos trastornos pueden ser debidos a enfermedades, o factores biológicos, pero no siempre es así, por lo que se consideran también aspectos psicosociales y culturales. Asimismo, identificar y definir una actividad o funcionamiento trastornado, no es tarea fácil, ya que existe, como se puede leer en el manual del DSM IV, una gran cantidad y variedad de enlistados de síntomas y conductas que un niño o adolescente con determinado trastorno puede presentar. Sin embargo, muchas de esas conductas y síntomas son bastantes frecuentes en la actualidad en nuestros niños y adolescentes, pero que pasan desapercibidos por nosotros, e incluso para los padres, por considerarlos de alguna manera “normales”, desconocerlos o simplemente ignorarlos, pasando de este modo desapercibidos. 

Estos trastornos requieren de atención especializada e interdisciplinaria; contando con la colaboración de psicólogos, psiquiatras y psicopedagogos, para poder clasificarlos, evaluarlos y de este modo poder tratarlos desde diferentes perspectivas. Es necesario conocer para poder actuar de forma responsable.

Infantes, niños y adolescentes pueden padecer estos trastornos, y muchos de ellos se presentan durante la asistencia clínica, aunque a veces no se diagnostican hasta la etapa adulta. Además varios tipos de trastornos suelen tener su inicio durante la infancia o la adolescencia.

Los trastornos infantiles y de la adolescencia, pueden surgir a cualquier edad, aumentar o disminuir, sin embargo en algunos casos la edad está relacionada con casos específicos como por ejemplo el Trastorno de Rett, en el cual hay apariciones de diversas características después del período de desarrollo normal. En algunos casos, suelen aparecerse o detectarse enseguida, como es el caso de los trastornos de la comunicación el lenguaje y el autismo. Por el contrario, conductas de agresividad, desobediencia e incluso robo, pueden aparecer en cualquier momento, como por ejemplo el Trastorno disocial de inicio no especificado.

Hace años se creía que algunos tipos de estos trastornos no aparecían antes de la mitad o el final de la adolescencia y hoy en día se aprueba que prácticamente todos los trastornos psiquiátricos que presentan los adultos, pueden tener su inicio en la adolescencia o durante la niñez; pudiéndosele considerar a estos trastornos como precursores de la psicopatología del adulto, estableciendo una relación entre los principales trastornos de la conducta que se pueden observar en la infancia o adolescencia y que tendrán una gran relevancia o aportación en el diagnóstico y tratamiento terapéutico.

Algunos síntomas o pautas en la conducta del niño o adolescente, pueden ser normales en determinados fases o estadios, de desarrollo pero podrían ser diagnosticadas como patológicas cuando aparecen más tarde; por ejemplo los síntomas relacionados con un Trastorno negativista desafiante; en el cual se pueden presentar conductas hostiles y desafiantes, como en el caso de la adolescencia, pero al permanecer esas conductas por más tiempo puede ser considera como patológica, en otros ejemplos podemos mencionar de igual modo una Encopresis o Enuresis e incluso un Trastorno de ansiedad por Separación o Mutilismo selectivo. 

Por otra parte, se puede percibir que ciertos comportamientos que engloban a un trastorno, pueden no referirse a uno de estas enfermedades, para que éstas sean consideradas como parte de ello, deben presentarse uno o varios de ellos en un mismo período de tiempo. Además, de que con frecuencia éstos aparecen combinados con frecuencia, interactuando entre sí a lo largo del tiempo, pueden o no cambiar durante la madurez, y pueden acentuarse o incrementarse, por diferentes acciones o acontecimientos que tiene lugar en el desarrollo o en la vida. Las descripciones de los síntomas y comportamientos no distingue la realidad que supone crecer afrontando estos diversos trastornos, por lo que debemos tomar en cuenta en cambio que estas entidades ejercen en la vida de los niños y la de los adultos en que se llegarán a convertir.

Los trastornos que afectan la niñez y la adolescencia, se presentan por separado de los trastornos propios de la edad adulta. No obstante, en muchos de los trastornos según diversos estudios clínicos pueden identificarse retrospectivamente síntomas o alteraciones que se iniciaron en la infancia. 

Por otro lado, es importante mencionar, que si un adulto tuvo en su niñez síntomas, que cumplían todos los criterios del diagnóstico de un trastorno, pero luego se presenta de manera atenuada o residual, se indica como una especificación. En la mayoría de los trastornos del manual del DSM IV, se presenta una tabla de criterios que se aplica tanto a niños como adolescentes y adultos.

La percepción de estos comportamientos y conductas específicos de un trastorno, como ya mencionamos anteriormente se presenta con frecuencia, pero al desconocerlos, los consideramos como normales de le edad o transitorios, negando de esta forma a los niños y adolescentes la oportunidad de recibir un tratamiento especializado, que lo ayude a reducir los síntomas que pudiese presentar, mejorar su rendimiento escolar, además de su funcionamiento emocional y conductual que impiden un desarrollo normal en el niño.

1 comentario:

  1. efectivamente existen diversos trastornos que afectan a los niños y adolecentes, y esto es debido a circunstancias que están fuera de nuestras manos, y sabemos que estas afectaciones vienen de diversas causas ya sean externas o internas, de modo que desde hace mucho tiempo sean estudiado y clasificado las enfermedades que presentan estos niños y afectándolo en su entorno ya sea físico y psicológicamente.

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