viernes, 23 de agosto de 2013

BIOGRAFIA DE MARGARET MAHLER




MARGARET MAHLER

  (1897-1985)


Margaret Mahler gran especialista en el tratamiento de las psicosis infantiles. Nació el 10 de Mayo en Sopron, Hungría, en una familia de la burguesía judía intelectual.

Estudió medicina en la Universidad de Budapest a partir de 1917, antes de trasladarse a la Universidad de Jena en Alemania para estudiar pediatría. Se graduó en 1922 y se instaló en Viena, Austria. Ella comenzó a entrenar en el psicoanálisis en 1926. Después de varios años de trabajo con los niños, Mahler fue certificado como analista en 1933.
En 1936 se casó con Paul Mahler, un ingeniero químico con el que emigró primero a Gran Bretaña, en 1938, y dos años más tarde a los Estados Unidos, siguiendo así la trayectoria clásica de los freudianos de su generación, expulsados de Europa central por el nazismo.
En Nueva York inició otro análisis con Edith Jacobson, cuando supo que su madre había sido deportada a Auschwitz. A partir de 1949 se consagró a la etiología de las psicosis y al autismo, publicando varias obras colectivas sobre el tema.
Comenzó su práctica privada y trabajó con expertos como el Dr. Benjamin Spock. Mahler enseñó terapia infantil y fue miembro de la Sociedad Psicoanalítica de Nueva York y el Instituto de Desarrollo Humano. También se involucró en la investigación dirigida a la salud mental infantil. Enseñó en la Universidad de Columbia entre 1941 y 1955. En 1957 creó con Manuel Furer un centro de ayuda e investigación sobre el desarrollo de los procesos de individuación y separación, el Masters Children Center, y un centro terapéutico para el tratamiento de psicosis infantiles, la Masters Therapeutic Nursery. En ambas instituciones, los niños eran recibidos junto con sus madres. Además de desempeñarse como como profesor clínico de psiquiatría en el Albert Einstein College de Medicina hasta 1974.
Pasó la mayor parte de su carrera trabajando con niños con problemas psicológicos.Ella fue uno de los primeros psicólogos que se especializan en el tratamiento de niños psicóticos. Su trabajo en esta área llevó al libro El nacimiento psicológico del infante humano: Simbiosis y la individuación.
Mahler recibió varios premios por su trabajo a lo largo de su carrera, incluyendo el más alto honor del Barnard College, la Medalla de Distinción Barnard, en 1980. Mahler muere el 2 de Octubre de 1985 en la ciudad de Nueva York. 

Uno de los aspectos más importantes de la teoría de Margarte Mahler, fue su consideración de que la personalidad empieza en un estado de fusión con otras personas, en especial con la madre. Los recién nacidos no parecen distinguir entre ellos mismos y los demás. Parecen considerar el “Yo” y el “no Yo” de igual modo. La madre les parece al principio parte del Yo. Por lo consiguiente, la teoría de Mahler se concentra al principio en el proceso por el que el infante asume su propia identidad física y psicológica, distinta de la de otras personas. El desarrollo del Yo implica separarse del estado de fusión total y convertirse en un individuo independiente.

Mahler dividió el desarrollo del niño en tres fases:

1) El autismo normal. Durante este período, que abarca el primer mes de vida, los estados del sueño del recién nacido sobrepasan a los de vigilia y son reminiscentes de los estados primarios que prevalecían en la vida intrauterina.

2) La simbiosis normal. En este período comprendido entre los 2 y 3 meses, la característica esencial de esta fase es una fusión con la representación de la madre y el delirio de límites comunes entre dos individuos físicamente separados, es decir el niño adquiere la conciencia de quien lo cuida, pero no tiene sentido de la individualidad.

3) La separación-individuación. Tiene lugar durante los primeros cuatro o cinco meses de vida, en la cual el niño empieza a desarrollar un sentido de sí mismo, separado de su madre. Esta fase se subdivide a su vez en 4 subfases:

  • Diferenciación. La diferenciación empieza siendo un “proceso de salida del huevo”. La atención del niño durante los primeros meses había estado dirigida hacia dentro, ahora se hace más externa. Alrededor de los siete u ocho meses, el bebé empieza a alejarse de la madre, pero sólo puede hacerlo durante breves períodos ya que después tiene que hacer comprobaciones visuales o táctiles con ella. La conducta de extrañar y la ansiedad de los niños de siete u ocho meses indican el progreso en la subfase de diferenciación. 
  • Ejercitación. La práctica se da desde los 9 meses hasta los 15 ó 18 meses. Los primeros pasos independientes en posición erguida del niño marcan el inicio del período de práctica por excelencia, con una substancial ampliación de su mundo y su realidad. La enorme expansión de la capacidad de autonomía del niño durante esta subfase crea un estado que hace parecer que el niño está enamorado del mundo. 
  • Reacercamiento o Aproximación. La capacidad del niño para caminar y alejarse de la madre junto con el comienzo de la cognición representacional que es el precursor del habla hace del niño una persona mucho más diferenciada y autónoma. Hacia los 18 meses, el niño ha madurado lo suficiente como para reconocer su indefensión e independencia de un modo nuevo. Durante la fase de práctica había estado ocupado con todas las cosas que adquiría y con todas las nuevas habilidades que le permitían una mayor separación. Ahora hay un cambio en su vida emocional, con una mayor susceptibilidad a la frustración, más temores a la pérdida de objetos, mayor concienciación de la separación y mayor ansiedad a causa de aquella. Mahler cree que el niño alterna períodos de gran necesidad de intimidad y períodos de necesidad de distanciamiento. 
La respuesta materna es importante durante todo el proceso evolutivo, en esta subfase tendrá una influencia decisiva en el desarrollo psicológico. La madre puede generar una dependencia patológica que más adelante podrá convertirse en una sobreadaptación del niño. La disponibilidad emocional de la madre es crucial para que el yo autónomo del niño alcance su capacidad óptima. Aquí entra en juego el desarrollo emocional de la madre. "Es el amor de la madre por el deambulador y su aceptación de la ambivalencia de éste, lo que permite al niño catectizar su autorrepresentación con energía neutralizada" (Mahler, 1975).
  • Constancia del objeto. Esta etapa comienza entre los 24 y 30 meses y puede durar unos dos o tres años más, o, de modo más sutil, el resto de la vida. Refleja todo conflicto de la persona entre el deseo de autonomía y el de vincularse con otros. Ésta es la culminación de la fase de separación-individuación y el logro de la constancia objetal que se consolida hacia los tres años.
La forma en que los niños “negocian” cada una de estas fases determina en gran medida la naturaleza de sus relaciones interpersonales como adultos. Este aspecto es similar al esquema de Freud. La diferencia principal consiste en que, para Freud, el desarrollo de la personalidad significa canalizar la energía sexual hacia metas placenteras. Por el contrario, para Mahler, el desarrollo comprende la inversión de la energía psíquica en relaciones con otras personas.

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